Los funcionarios más madrugadores entran por la puerta trasera de la Ciudad de la Justicia de Valencia a las 7.40 horas, pero pocos se quedan. Los empleados públicos paran el coche en la calle peatonal, saludan al vigilante de seguridad, pasan su dedo por el sistema de control de huella y se vuelven a montar en su vehículo.
|
etiquetas: funcionarios , justicia