Como parte de un despeje de las plantaciones de palmas, las empresas aceiteras han ofrecido al menos 100 dólares a los cazadores por cada orangután muerto. Estos orangutanes habían sido rodeados por cazadores con cuchillos y lo único que se le ocurrió a la madre orangután fué abrazar a su hija para intentar protegerla. Fuente original (en inglés)
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