Dicen que la curiosidad mató al gato. Pues aquí se puede decir que la curiosidad dejó al perro con la cabeza atrapada dentro de una rueda. O dentro de una lata de conservas... No sólo perros, también loros y ovejas han caído en este tipo de trampas. Vía
www.neatorama.com/2007/06/04/animals-with-a-nose-for-trouble/