Javi trabaja en Glovo, pero en Glovo dicen que no lo saben. Es venezolano, lleva poco tiempo en España, está en situación irregular y le 'alquila' la cuenta a otro repartidor que sí está de manera regular y dado de alta como autónomo. A final de mes, paga el 30% de lo que gana (entre 3 y 5 euros por pedido, según la distancia) al repartidor 'oficial'. No es el único: conoce a varias personas que reparten en la misma condición.
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