España y el resto de los países periféricos deberían aprender unas cuantas lecciones de la meteórica recuperación económica protagonizada por los países bálticos, según Fitch. Una de las más destacadas: flexibilizar el mercado laboral y bajar los salarios y los precios. El informe de Fitch analiza cómo los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) han ajustado sus economías y han vuelto a la senda del crecimiento después de una fuerte crisis en 2008 y 2009.
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