En el despido, en Sevilla, la empresa incluyó en el «finiquito» la nómina y le advirtieron que si firmaba «no conforme» cobraría todo a 500km de su hogar y centro de trabajo, en Madrid. Ella era una de las «azafatas» que venden tarjetas de crédito en los centros comerciales. La trabajadora, madre soltera de una niña de cuatro años, fue despedida tras causar baja por la ansiedad de la presión hacia ella a cargo de la subcontrata que emplea Citibank para vender tarjetas. La subcontrata: Ventaskforce, las tarjetas de: Citibank
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