La reconquista del Besaya por parte del salmón ha sido lenta y muy silenciosa. Quizá al ritmo con que se ha ido recuperando la degradación de sus aguas hasta el punto de que ochenta, noventa años después de verse los últimos ejemplares por aquel río, una decena de parejas reproductoras hayan colonizado sus aguas.
|
etiquetas: contaminacion , rios , salmones , cantabria , besaya , torrelavega