Una periodista ha sufrido una experiencia de lo más amarga durante el fin de semana. Todo comenzó cuando el viernes por la tarde-noche fue interrumpida en su casa por unos agentes de policía que, sin comunicarle la razón, le exigieron su desplazamiento a la comisaría. Sin más información que ésa, conoció ya en instancias policiales que ingresaría en prisión por no haber acudido a una citación judicial acerca de un juicio de faltas en el que debía hacer frente a un pago ¡de 30 euros! Relato de la periodista:
fon.gs/gema-lendoiro/