El amor no se cancela. Si acaso, se pospone. Esto es lo que opina Gemma Andreu, directora de Comunicación y Marketing de Pronovias Group, una empresa especializada en la venta de vestidos de novia a la que casi no le quedan ya fechas para el 2022. Lo corrobora Leire Fernández, de 30 años. En principio, su boda estaba prevista para el pasado mes de mayo: “No queríamos casarnos con miedo de poner en peligro a nuestra gente, así que decidimos aplazarlo al próximo año”, cuenta Fernández, que asegura que los precios han subido considerablemente dado
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