El día de la exaltación de la españolidad no lo marca la Constitución, la virgen de la Inmaculada Concepción, el palomo cojo ni la parafernalia democrática, sino días como los que se han vivido el pasado fin de semana en Gijón con unas jornadas cargadas de exhibiciones aéreas con todo tipo de avionetas y otros pájaros de guerra. Gijón es un pueblo grande que no llega a trescientos mil habitantes y que estos días disfruto a mi manera, más por el paisanaje que por el paisaje, sus hedores y ruidos. Todo se ha petado de gente, de barullo y de CO2.
|
etiquetas: festivales , aviones , españoles , fachapobres , gijón , ovnis