El objetivo de los inspectores de Hacienda son los titulares de las casetas, sobre todo las particulares, a quienes se les solicita el contrato con el feriante que explota el bar, la factura por el montaje, por el pago del grupo que acude a cantar o por el alquiler de las sillas. Los inspectores de Trabajo son, sin embargo, mucho más temidos porque todos los trabajadores tienen que estar con su documentación en regla y con el alta en la Seguridad Social al día. Y no admiten espera. Solicitan los nombres y el número de carné de identidad.
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