Fátima Ofkir Reyes tiene 23 años y lleva cinco en la prisión de Omán, un país de Oriente Medio que ni siquiera ubicaba en el mapa cuando una banda la captó para hacer un traslado de morfina a cambio de dinero. Natural de L'Hospitalet (Barcelona), de origen humilde y con la mayoría de edad recién cumplida, fue condenada a cadena perpetua por pertenencia a banda internacional de tráfico de drogas.
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