Cuando la casta política parecía más indefensa, cuando les creíamos desarmados y a merced de la razón, cuando apenas les quedaba el burdo recurso de apalearnos ante la incómoda mirada de las cámaras... una vieja arma que yo creía oxidada, vacía las plazas y transforma las lanzas en cañas. Las banderas, los himnos, la patria... el nacionalismo.
|
etiquetas: nacionalismo