Septiembre: la gente vuelve de vacaciones y necesita una afición nueva. Yo también. Mi plan era traerme a casa todos los coleccionables de kiosco, para decidirme, hasta que me di cuenta que necesitaría una maleta, brazos extra y una casa más grande. Me volví a casa con un cráneo humano de plástico, una guitarra para gnomos, y dos clásicos de septiembre: Segunda Guerra Mundial y Conan. En total, casi un metro cuadrado de cartón. Por la calle parecía un trapero.
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