En 1520, Fernando de Magallanes hizo tiempo en su apretada agenda marinera por todo el mundo para detenerse en lo que hoy es la Patagonia, donde se encontró con un gigante desnudo bailando y cantando en una orilla. Magallanes ordenó a uno de sus hombres que hiciera contacto con él (la reacción del emisario habría que verla pero tristemente se ha perdido en la historia), y así estar seguros de que al intercambiar bailes y cantos daría lugar a una demostración de amistad.
|
etiquetas: magallanes , gigantes , patagonia , mitos históricos