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En un céntrico restaurante de Madrid, una familia cedió ayer y acabó recurriendo a la tableta para distraer al abuelo con el fin de que dejara de molestar con sus quejas sobre inmigración. El anciano llevaba incomodando al resto de comensales desde su llegada, acercándose a ellos y hablándoles de las políticas de inmigración del Gobierno. “No molestes, abuelo, siéntate aquí”, le decían sus hijos mientras comían los entrantes.
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etiquetas: inmigración , humor , tableta , restaurante , españa