Los resultados del último Inventario Nacional de Daños Forestales del Ministerio de Transición Ecológica muestran en 2023 una defoliación –pérdida de hoja– general del 23%, entre los valores altos de la última década. El análisis explica que los niveles más graves “están asociados al intenso episodio de déficit hídrico que sufre la vegetación”. La sequía, explican los técnicos, es la causa principal del decaimiento de los árboles revisados, seguido por los insectos y hongos, antes de llegar a los daños por fuego.
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