Un joven chino de 23 años intentó atracar un restaurante de Benxi, provincia de Heilongjang, de una forma accidentada: tomó como rehén a la hija del propietario, le puso un cuchillo en el cuello y exigió dinero en efectivo. Hasta ahí todo salía según sus planes. Pero los comensales se le echaron encima y le neutralizaron, momento en el que él enseñó su "cinturón de explosivos" y amenazó con hacerse estallar. Tras unos instantes de pánico, los policías descubrieron que no tenía explosivos, sino salchichas envueltas en plástico [ENG].
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