Todos los días durante varios meses Avranitakis horneó y distribuyó de forma gratuita cientos de panes y bollos para los refugiados que llegaban a Kos, antes de que el Gobierno reaccionase y crease estructuras de acogida. Gracias a esta labor, que le situó como uno de los rostros de la solidaridad del pueblo griego en mitad de la crisis humanitaria, Avranitakis recibió el Premio de la Sociedad Civil 2016 del Comité Económico y Social Europeo (CESE).
|
etiquetas: panadero , defunción , kos , refugiados