La ortodoxia económica dominante que fue incapaz de prever la actual crisis económica y financiera, básicamente porque invalidaría los principios esenciales bajo los cuales se educaron, está forzando su receta para salir de la crisis. Dentro de estas propuestas, los políticos, entre ellos los que actualmente gobiernan España, esgrimen la competitividad para justificar lo injustificable. Se da lo que se denomina la falacia del internacionalismo moderno.
|
etiquetas: competitividad , salarios , exportación , mercado interior