El espectáculo está dividido en tres actos, "tres reflexiones sobre la burocracia, el arte y la religión", ha explicado el actor Toni Gomila que ha remarcado que no existe ninguna relación entre ellos, salvo la que encuentre cada espectador. "El director ha querido plantear el hecho y explicar cómo afecta al individuo", ha señalado la fundadora de 'Mentidera Teatre' Cristina Cervià. El denominador común de cada uno de los personajes es la ridiculez y la explicación de su condición humana "teñida de humor y de emoción", ha añadido Cervià.
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