¿Qué se necesita para convertir una fábrica de automóviles de 40 años de antigüedad en un paraíso robótico de última tecnología? En la planta de Ford más grande de Europa, ubicada en la ciudad de Valencia, necesitaron US$2.600 millones y muchas plumas de avestruz. Dentro de toda esta tecnología de alta gama, es de las plumas de avestruz de lo que más se habla. Estas -como cualquier limpiador profesional sabrá- son muy buenas para atrapar el polvo.
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