A finales de la Edad Media, ciertos armeros tuvieron la idea de crear armas combinadas, o sea, fabricar por ejemplo una espada que llevaba en su empuñadura una pequeña hoja oculta y chorraditas así, pensadas principalmente para darle al enemigo un susto al verse de repente sorprendido y sin posibilidad de reaccionar a tiempo. Estas armas eran más cosa de capricho que verdaderamente útiles.La llegada del Renacimiento y la proliferación en los campos de batalla de las armas de fuego supuso una expansión de las mismas
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