Un estudio realizado en Nueva Zelanda con 1.000 niños y a lo largo de 10 años ha revelado que los pequeños que ven mucha televisión son más propensos a desarrollar rasgos de personalidad agresiva, a experimentar emociones negativas y al trastorno antisocial de la personalidad o sociopatía. Los resultados inciden en la necesidad de limitar esta actividad en la infancia. Traducción en
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