La complejidad de llevar actualizaciones de diferentes capas de personalización a dispositivos tan variopintos ha sido siempre la excusa. Si se cumple lo que quiere Europa, tendrán que ponerse manos a la obra desde ya. En concreto, la propuesta de la UE exige que todos los fabricantes garanticen 3 años de actualizaciones del sistema y 5 años de parches de seguridad. Eso como requisitos mínimos, ya que es evidente que los fabricantes podrán alargar todavía más esos plazos si así se desea.
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