La OTAN insiste en sus provocaciones anti-rusas tendientes a suscitar reacciones de Moscú que justifiquen el aumento de sus medios. ¿Qué pasaría si el avión del secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, en vuelo desde California hacia Alaska a través de un corredor aéreo sobre el Pacífico, fuese interceptado por un avión de la fuerza aérea cubana? La noticia ocuparía los titulares y primeras páginas. Pero no se movió ni una hoja cuando el avión del ministro de Defensa de Rusia fue interceptado por un F-16 de la fuerza aérea polaca.
|
etiquetas: otan , rusia , tensión , geoestrategia