La nueva investigación muestra que existe una cascada de información, donde las personas infieren que si un producto se agotó, debe ser bueno y por tanto también puede resultar deseable un producto similar que esté disponible. Además, los productos agotados hacen creer a la gente que también pueden estarlo los más parecidos a esos. El estudio ha sido conducido por Paul Messinger, profesor de la Universidad de Alberta, quien analizó la venta de numerosos artículos.
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