Estoy indignado, muy cabreado. A nadie le sorprende a estas alturas que las grandes compañías intenten engañar, estafar y jugar con la ignorancia de la gente para su propio beneficio, pero lo que me ha pasado con Jazztel es de juzgado de guardia. Todavía no salgo de mi asombro, la facilidad con la que nos mienten y se cubren las espaldas es escandalosa. Voy a intentar explicarlo todo de la manera más corta posible (no prometo nada).
Vía divoblogger.com/story?id=34415