Crónica desde Moscú. ¿Se chupa el dedo la larga mano de Moscú? Los entusiastas de la novela clásica de espionaje llevan varios días colgados de este interrogante tras el arresto en Estados Unidos de diez aprendices de espía al servicio de Moscú. Durante todos estos días Moscú ha adoptado la estrategia del avestruz en relación a sus topos (topillos más bien). Mientras las autoridades callan, niegan o inciden en lo inoportuno del desenmascaramiento, legiones de analistas y expertos descartan que Anna Chapman y compañía sean espías de verdad
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