"Las autoridades rusas han echado mano una vez más del FSB (el antiguo KGB) para intimidar y presionar. Esta vez con el objetivo de obligar a Londres a cerrar en Rusia las filiales regionales del British Council, institución que se dedica a promover la cultura británica.""El procedimiento empleado por los servicios secretos rusos para conseguirlo ha sido «interrogar» a los empleados rusos del British Council. Ayudaron también los servicios tributarios, algunos de cuyos inspectores efectuaron visitas «nocturnas» a una decena de personas..."
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