Un mal chiste, en primer lugar, porque como le recordaron varios interlocutores “funcionario” no es una profesión y por lo tanto la comparación muestra sus fobias personales más que un comentario razonado, porque mezclar una profesión con un tipo de empleador son más ganas de hacer el troll que otra cosa. Se podría uno preguntar por qué Rallo califica a España “país de funcionarios” cuando los “no funcionarios” les multiplican por 5, o si es un país de “emprendedores” porque existen más autónomos que funcionarios.
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