Además de las comidas, Ignacio Buqueras aboga por modificar los horarios de trabajo. “En España está muy arraigada la cultura del presentismo: hasta que no se va el jefe, la gente permanece en su puesto de trabajo, aunque no tenga nada que hacer”, denuncia el presidente de la Comisión. Buqueras propone que, de lunes a jueves, la jornada laboral se inicie entre las 7.30 y las 9.00 horas y termine entre las 16.30 y las 18.00, con un máximo de una hora para almorzar y que se libre la tarde de los viernes.
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