La semana pasada, ocupó un espacio destacado en casi todos los medios de España que a Diego Martínez Santos, un investigador español que acababa de recibir el premio de la Sociedad Europea de Física al mejor joven físico de partículas del año, le habían denegado un contrato del programa Ramón y Cajal, creado para recuperar cerebros del extranjero. Martínez Santos, que trabaja en Ámsterdam, no es el único físico que no ha logrado una de esas ayudas y, posiblemente, ni siquiera el que tiene mejor curriculum de los que se han quedado fuera
|
etiquetas: fuga cerebros , emigracion sueldos , i+d