Después del 11-S quedó claro en la Administración Bush que los autores de ciencia ficción podrían ser útiles para anticipar y, por tanto, prevenir situaciones similares. Si salvaban el mundo en sus novelas, ¿por qué no hacerlo en la vida real? A tal fin, George Bush convocó a tres escritores de ciencia ficción adscritos al ala dura del Partido Republicano (Larry Niven, Jerry Pournelle y Greg Bear) a una reunión de la conferencia nacional sobre tecnologías de seguridad organizada en mayo de 2007. Algunas de sus propuestas se tuvieron en cuenta.
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