Sabedor del escándalo que produce, el Gobierno de PP se ha negado reiteradamente a dar más información sobre lo inmatriculado. Ha tenido que ser el Parlamento de Gasteiz el segundo de todo el Estado en conseguir los datos de su territorio, lo cual no puede menos que alegrarnos: Euskal Herria sigue siendo vanguardia en la defensa de lo público y lo comunal.
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