El descubrimiento de que las escamas de las alas de mariposa actúan como diminutos colectores solares ha llevado a los científicos en China y en Japón a un diseño más eficiente de células solares que podrían usarse para alimentar hogares, empresas y otras aplicaciones en el futuro. En el estudio, Di Zhang y sus colegas buscaban nuevos materiales para mejorar la recolección de luz en las denominadas células fotoelectroquímicas, también conocidas como células de Grätzel. Más:
pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/cm702458p