San Valentín de 1989 no fue un día amoroso para Salman Rushdie. Más bien, a partir de entonces, el escritor nacido en Bombay en 1947 comenzó a descubrir todos los significados de la palabra odio. Aquel día, Rushdie quedó condenado por una fetua islámica a ser asesinado allá donde cualquier musulmán del mundo lo encontrara. Firmado, el ayatolá Jomeini. Iba muy en serio.
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