Una de las primera conclusiones a la que se llegó tras la presentación de la teoría de la relatividad de Einstein es la existencia de agujeros de gusano que conectaban distintas partes del universo lo cual se ha ido desechando por la falta de evidencias. Ahora, Alexander Shatskiy del Lebedev Physical Institute de Moscow sugiere que le problema se puede encontrar en que están camuflados por agujeros negros y estrellas ya que al ser unidireccionales desde un lado se observaría que absorve toda la luz y del otro que la expulsa.
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