Hoy se cobra en euros, el viaje es mucho más rápido, pero por desgracia las condiciones de vida, en muchas ocasiones, siguen siendo iguales o peores. En el caso que nos ocupa, lo peor era la falta de ventilación en el barracón donde dormían los hombres, las mujeres tenían más suerte porque pernoctaban en caravanas. Es lo que tiene el paro, que nos empuja a buscar el sustento donde sean necesarias un par de manos dispuestas para cualquier trabajo.
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