En 2011, Elon Musk se burló de la idea de que BYD pudiera representar una amenaza para Tesla, pero la situación ha cambiado. Ni siquiera una de los empresarios más visionarios supo adivinar hace una década lo que iba a ocurrir con los fabricantes chinos. Ahora, la realidad supera a la ficción: Europa ya nota las consecuencias y EE.UU se defiende como puede. Las empresas chinas han exportado casi 350.000 vehículos eléctricos a nueve países europeos en el primer semestre de este año, superando la cifra total de todo el año 2022.
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