El grito, de Edvard Munch, es una de las más célebres pinturas de todos los tiempos y es uno de los más reconocibles iconos culturales de nuestro tiempo. No es de extrañar. Sus colores estridentes, sus rotundas pinceladas y sus retorcidos trazos lo convierten en una de las más realistas expresiones de la angustia y del dolor del ser humano. Por eso, tampoco es extraño que la historia que hay detrás de este cuadro sea tan tortuosa como los trazos que la componen.
|
etiquetas: arte , pintura , edvard munch , grito , noruega , simbolismo , skrik