En noviembre de 1962, los gobiernos de Reino Unido y Francia anunciaron un acuerdo que causó gran malestar en las salas de reuniones de los fabricantes de aviones estadounidenses. Los dos países revelaron sus planes para construir conjuntamente un nuevo avión de pasajeros, que sería capaz de volar a más del doble de la velocidad del sonido. La aeronave –que recibiría el nombre de "Concorde"– sería el avión comercial más avanzado del mundo. El presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy quiso que su país también entrase en la competición.
|
etiquetas: boeing , concorde , supersónico , kennedy , lockheed