"Claramente, Bush está usando una definición muy reducida de lo que es tortura: si no hemos puesto a nadie en el potro ni le hemos arrancado las uñas, no ha habido tortura", escribe Eugene Robinson, editor y columnista de The Washington Post. "Hasta que Bush mismo pueda decir, 'hey, yo he sufrido uno de esos procedimientos que he autorizado (como el ahogo simulado), y no es para tanto', seguiré creyendo que la historia condenará a este gobierno y Bush será recordado como el presidente que justificó la tortura". Artículo en inglés.
|
etiquetas: george w. bush , estados unidos , washington post , tortura