Unos usaron los fondos del Estado del denominado Plan E. Otros hicieron lo propio con el Plan Confianza de la Generalitat o con dinero de Europa. Un puñado de consistorios ha sepultado su dinero en construcciones imposibles y proyectos sin futuro, unos ejemplos: 3,5 millones de € costó el edificio del Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología de Requena, 12 millones la plaza de toros inacabada de Xàtiva, los 300.000 € del carril bici de Dénia rechazado por peligroso por los propios ciclistas, etc...
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