Un turco decidió fabricar un casco, cuyas llaves las tiene su familia, y así comenzar a abandonar el vicio. El dejar de fumar puede ser complicado para algunos. Pero para Ibrahim Yücel, un turco de la provincia de Kütahya, es casi imposible. Por esto, no se le ocurrió nada mejor que fabricar una jaula para su cabeza. Yücel ha sido fumador toda su vida, y se inspiró en los cascos de seguridad de los motociclistas, para encerrar su cabeza y pasarle las llaves a su familia. Su padre falleció de cáncer pulmonar, lo que lo hizo desesperarse.
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