Los políticos lo reivindican muy claramente; ya se trate de Mitterrand, de Chirac o de Sarkozy, siempre se encuentra en su discurso la idea de que “Francia debe conservar su rango en el mundo”. Es bien sabido que es el argumento que legitima el mantenimiento de esta presencia militar en África. Por supuesto, dicha presencia ofrece muchas ventanjas: en gran medida condiciona la posibilidad de mantener unas situaciones de monopolio económico en algunos países y de vigilar los recursos estratégicos.
Traducción en #1