Empecemos por lo importante: lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir. Ya está, ya lo he dicho. (...) Los 65 millones transferidos a Corinna solo tenían el objetivo de recuperarla, no de esconder el dinero. Fue una cantidad que conseguí de forma no del todo legítima con el único propósito de ablandar su corazón de cristal. ¿Mi único delito? Amar. Amar como nunca antes ha amado un ser humano a otro.
|
etiquetas: don juan carlos de borbón , amar , delito , humor , tribuna , emt