El estudio psicosocial sobre hábitos de consumo de drogas en entornos de ocios realizado por el CIS expone también un empobrecimiento en general del ocio que se hace cada vez más caro. La subida de precios de las actividades lúdicas ha causado un incremento del fenómeno del botellón que pasa del 31,7% en 2009 al 37,8% en 2011. En este contexto se producen los primeros consumos de alcohol de los jóvenes. Además, la crisis también ha provocado una creciente adulteración y manipulación de las sustancias sin las elementales condiciones de higiene.
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