Una investigación liderada por el CSIC ha logrado dirigir el crecimiento de las cavidades porosas que aparecen en nanoestructuras de oro. A diferencia del oro convencional, su versión nanoporosa se caracteriza por generar una gran actividad catalítica en reacciones de oxidación. Esto permite usarla para eliminar gases contaminantes -como el monóxido de carbono- y convertirlos en otros menos nocivos para el medio ambiente, como el dióxido de carbono.
|
etiquetas: nanoestructuras , oro , contaminación