"Yo estoy por una acción con dinamita", afirmó Dominique Strauss-Kahn máximo responsable del FMI, quien señaló que las medidas contra los paraísos fiscales "son demasiado ligeras" y que hay un "cierto número de Estados que consideran que no es lo más urgente". Juzgó de "escandaloso" el sueldo de algunos dirigentes financieros y no dudó en promover el despido de responsables de bancos "si han hecho mal su trabajo" o el cierre de aquellos bancos que estén "demasiado desequilibrados", salvando siempre los depósitos de sus clientes, precisó.
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